Según recoge el diario australiano The Age, el adolescente se declaró culpable de los hechos y afirmó que almacenó la información sustraída en una carpeta llamada “hack hackear hacky”.
De acuerdo a los detalles que sí se dieron a conocer, este joven desarrolló varios accesos que le permitieron ingresar a uno de los servidores de Apple, pero no se detalla qué parte en concreto de la infraestructura fue violada.
Este acceso se habría llevado a cabo durante todo un año y no sólo habría descargado “archivos seguros”, sino también “llaves de autorización” que permiten conocer las credenciales para los inicios de sesión de algunos usuarios.
Apple no tardó en tratar de tranquilizar a sus usuarios. Según Reuters, un portavoz de la compañía se puso en contacto con ellos para asegurar que el pirata informático no había logrado acceder a datos personales.
“Queremos asegurar a nuestros consumidores que en ningún punto de este incidente se ha comprometido algún dato personal de ellos“, dijo el portavoz a la agencia.
El vocero de Apple también dijo que el personal de seguridad de la compañía “descubrió el acceso no autorizado, lo contuvo y denunció el incidente a la policía”, pero no dio más detalles sobre el caso.