Así se ha lanzado Portugal a la conquista de los grandes capitales

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Corresponsal en Lisboa
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La alianza entre el PSOE y Unidas Podemos, con el permiso de ERC, está impulsando un temor creciente entre las personas de cierto poder adquisitivo a fuertes subidas de impuestos e incluso a la creación de nuevas tasas que graven especialmente a las grandes fortunas. Tal es el ideario que defiende el partido comandado por Pablo Iglesias, al que los socialistas se aferran si quieren salvar la legislatura bajo el mandato de Pedro Sánchez. Conclusión: las clases media-alta y alta miran por si acaso qué opciones alternativas se ofrecen a su alrededor… y ahí es donde aparece Portugal en el horizonte.

Las consultorías de Barcelona o Madrid, así como las lusas, reciben cada vez más peticiones de información procedentes de España y se extienden las intenciones de tener a mano un plan B por si acaso la presión fiscal se incrementa siguiendo la estrategia económica de la izquierda.

Portugal mantiene desde hace seis años no solo un ciclo de recuperación sino un programa para captar dinero extranjero a base de exenciones tributarias durante 10 años para quienes garanticen inversiones en propiedades o negocios con un umbral mínimo de 500.000 euros. Incluso, esto entra en juego para numerosos profesionales de las artes, como por ejemplo el escritor italiano Lorenzo de Médici, quien dejó atrás sus años en Barcelona para mudarse a las afueras de Lisboa con el fin de sacar provecho de esa prerrogativa de una década sin impuestos.

Una medida similar se pone a disposición de los jubilados. Llegan a mansalva desde Francia a causa de ese «efecto llamada», que arrasa con la misma fuerza entre la comunidad brasileña, un 43% mayor en los últimos tres años con el gancho de hablar el mismo idioma y, en consecuencia, facilitar una rápida integración.

Estas circunstancias desembocan en que Portugal se ha convertido en un destino atractivo que, además, está muy cerca geográficamente. El círculo se completa con una adaptación fácil a la vida cotidiana del otro lado de la frontera, por mucho que haya costumbres distintas. También contribuye el hecho de que vaya a consumarse el Brexit, con lo cual Reino Unido se aleja como lugar de acogida. De paso, gana enteros Portugal, que sigue disfrutando de la aureola de país de moda que ha logrado dar un vuelco a la situación de arrinconamiento en la que se encontraba una década atrás. El «milagro» económico luso.

Portugal mantiene desde hace seis años no solo un ciclo de recuperación sino un programa para captar dinero extranjero a base de exenciones tributarias

La estabilidad política, libre de chantajes nacionalistas (sencillamente porque no existe ningún tipo de separatismo), se ha revelado clave para enmarcar el vuelco económico, basado en un incremento de los ingresos del Estado gracias a fuertes subidas de impuestos indirectos, una de las fórmulas estrella del socialismo «light» a la portuguesa.

Las cuatro grandes agencias de calificación internacionales (la canadiense DRBS y las estadounidenses Fitch, Standard & Poor’s y Moody’s) sacaron al país vecino del pozo del bono basura y todas apuestan por valoraciones positivas. Por tanto, los inversores acuden con total tranquilidad al mercado portugués, algo que rige con la misma intensidad para las fortunas españolas que no quieren permanecer inactivas mientras el Gobierno vigente en nuestro país deja entrever sus cartas con nombramientos como el comunista Alberto Garzón en la cartera de Consumo.

Cierto que una formación similar a Unidas Podemos, el Bloco de Esquerda, sustentó al primer ministro Antonio Costa hasta las elecciones del pasado mes de octubre, pero en ningún momento llegaron a entrar en el gabinete ni se les ocurrió pedir el timón de un ministerio. Una diferencia abismal con las exigencias de Pablo Iglesias, que no augura precisamente un periodo de bonanza económica y a quien no parece importarle en absoluto que las personas más pudientes se planteen una «huida» a Portugal.

De forma paralela se ha desarrollado una expansión del mercado inmobiliario de lujo, con Lisboa, Oporto y el Algarve a la cabeza, y un volumen global de movimiento superior a los 3.000 millones de euros en los últimos cinco años.

A pesar de haberse superpuesto dos burbujas de precios consecutivas, el auge no cesa y los deseos de cruzar la frontera van al alza. Falta por concretarse en la práctica cómo se reflejan las perspectivas gubernamentales en Madrid. Por lo pronto, Portugal es una opción por la que vienen preguntando muy activamente en los despachos de abogados españoles.

El municipio de referencia y que mejor funciona no es otro que Cascais, a 30 kilómetros de Lisboa, que presume de ser la localidad con mayor renta per cápita de todo el país

Las consultoras lusas ya se frotan las manos pensando que su vecino de enfrente puede ayudar a incrementar todavía más su nómina de clientes, toda vez que un partido como el PSOE demuestra ser capaz de materializar pactos más allá de las recomendaciones de los expertos internacionales.

Se trata de una situación inédita en la península ibérica, donde los flujos se comportaban tradicionalmente en sentido inverso. Con todo, los que se decidan a dar el salto comprobarán que, debajo de las indudables ventajas que ofrece Portugal, también campa a sus anchas la falta de inversiones en sectores como la sanidad o los transportes, donde se encuentran muy por debajo de la operatividad española.

El municipio de referencia y que mejor funciona no es otro que Cascais, a 30 kilómetros de Lisboa, que presume de ser la localidad con mayor renta per cápita de todo el país y acaba de poner en marcha los autobuses urbanos gratuitos para los residentes, así como un sistema de recogida de basura inteligente que clasifica por sí mismo los residuos.

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