Boric condena violencia en protestas: «Anoche vivimos inaceptables hechos»
El presidente de Chile, Gabriel Boric, señaló este miércoles como «inaceptables hechos» los actos de violencia ocurridos durante la jornada de ayer en el marco de las protestas por el tercer aniversario del estallido social que remeció la sociedad chilena en octubre de 2019.
«Quiero que sepan que nuestro Gobierno no va a descansar hasta quienes ilegítimamente se creen dueños de calles y destrozan tengan la sanción que se merecen», dijo el mandatario en un encuentro de la Sociedad Nacional de Agricultura.
“Ayer, en particular durante la noche, vivimos inaceptables hechos delictuales que si bien son menos que los del año pasado son igualmente graves e indignantes (…) Lo dije ayer y lo repito: la legítima protesta que robustece la democracia no puede ser sinónimo de violencia. No lo es”, agregó.
Si bien las movilizaciones fueron de baja intensidad y no reunieron a un gran número de convocados, la estrategia de seguridad emanada desde el Ejecutivo incluyó un contingente de 25.000 agentes en todo el territorio nacional, 5.000 de ellos apostados solo en la Región Metropolitana, que alberga la capital y donde se concentraron los mayores puntos de conflicto.
“Carabineros tiene no solo nuestro respeto, sino que todo nuestro respaldo para el resguardo del orden público y para el combate frontal a la delincuencia”, enfatizó el jefe de Estado.
“En esto no hay doble estándar. Quiero recalcar algo que dije ayer: no hay dicotomía entre respeto a DDHH y ejercer y hacer valer el estado de derecho. Eso es lo que Carabineros puede saber y tener la tranquilidad que cuenta con nuestro respaldo para combatir con toda la fuerza de la ley y el uso exclusivo de la fuerza, que les concede la Constitución, a la delincuencia, que no vamos a permitir que siga creciendo”, concluyó.
Según reportaron autoridades del Ministerio del Interior, 195 personas fueron detenidas durante la jornada de protestas de ayer y se registraron más de 150 eventos de desorden público.
Chile vivió en 2019 la mayor ola de protestas desde el fin de la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990), que empezaron como una demostración contra el alza en el precio del boleto de metro y derivaron en un clamor por un modelo económico más justo y derechos sociales.
Los meses de movilización llevaron a señalamientos por parte de la ONU y diversos organismos internacionales contra el cuerpo policial de Carabineros por violaciones «generalizadas» a los derechos humanos.