Camavinga y el espejo de Valverde

El uruguayo Fede Valverde volvió a ser de la partida ayer martes tras su exhibición en Londres y fue determinante en una prórroga en la que el galo Eduardo Camavinga demostró seguir los pasos del ‘pajarito’, en cuanto a reivindicarse para tener más protagonismo en un centro del campo del Real Madrid en el que el alemán Toni Kroos no tuvo su mejor noche y fue sustituido contra el Chelsea.

Y no especialmente por su rendimiento, ya que se fue sustituido en el minuto 73 de partido con su equipo perdiendo 0-2, y gracias, si no por lo que ocurrió justo en ese momento y en el resto del encuentro.

Kroos no recibió el cambio con agrado y demostró su descontento haciendo gestos e incluso dirigiéndole unas fuertes palabras –“he jugado muy bien tío, tu puta madre tío, a tomar por el culo”, según recogieron las cámaras de Movistar+- a su entrenador. No es la primera vez que el alemán le muestra su descontento a Ancelotti.

La vez anterior, en Copa del Rey el pasado 3 de febrero en casa del Athletic Club, también se fue al banquillo y en su lugar entró Camavinga, provocando el palpable descontento del alemán.

Y eso que Kroos sigue siendo un fijo para Ancelotti -2.792 minutos disputados le avalan-, pero a la vez suele ser el primer cambio del centro del campo cuando la cosa se pone fea para el Real Madrid.

Además, los dos futbolistas que vienen por detrás están pujando fuerte, mientras que Luka Modric volvió a exhibirse frente al Chelsea, ampliando su dominio en los minutos finales del tiempo reglamentario con un preciso pase con el exterior para el 1-3 de Rodrygo que forzaba la prórroga, y demostrando de nuevo que la edad -36 para 37 años- no le afectó en el físico para la misma.

Con Valverde ya en el terreno de juego, la opción de Camavinga volvió a aparecer en escena para Ancelotti. Repitió la sustitución que hizo en la remontada frente al París Saint-Germain y, sin querer haber tenido la necesidad de llegar a ese punto, le salió bien también frente al Chelsea.

Casualidad o causalidad, la realidad es que su entrada le cambió la cara al Real Madrid. El galo encarna las cualidades del centrocampista moderno que engloba técnica y físico y, por la posterior marcha de Casemiro en busca de la remontada, pudo desplegar el juego que más le gusta.

Jugó a sus anchas en el centro del campo e hizo gala de su buen hacer en el robo de balón. Es más, de una interceptación suya -también por un buen posicionamiento, nació el gol de Benzema que le dio el pase al Real Madrid a su décima semifinal de Liga de Campeones en 12 años.

Una actuación que le encasilla como el revulsivo para las remontadas, pero que también genera el debate de si, a sus 19 años y en su primera temporada con la camiseta blanca, merece más. De momento, 37 partidos, 12 como titular y un total de 1379 minutos; números que aumentarán después de demostrar contra el Getafe el pasado sábado (con victoria 2-0) que puede suplir con garantías de inicio a cualquiera de la histórica ‘CMK’ -Casemiro, Modric y Kroos-.

Camavinga sigue así, siendo futbolistas diferentes, los pasos de Valverde. El uruguayo se ganó su sitio, que venía reclamando hace semanas, en la ida de cuartos en Londres y parece que ya nadie le va a sacar de ahí, al menos en lo que le quede de ‘Champions’ al Real Madrid.

Su físico y entrega le hacen indispensable para el nivel de exigencia de Europa y esto le ha hecho ganarse un puesto de todocampista. Ocupa el lugar en el once titular del teórico extremo derecho, pero el uruguayo juega por donde quiere, y le necesita su equipo.

Valverde es el típico futbolista que si en la televisión impresiona, en el campo su dimensión se magnifica; es donde se nota que siempre tiene una marcha más que el resto, como demostró en una prórroga en la que, gracias a su rendimiento, se explica en buena parte la clasificación del Real Madrid.

En los últimos diez minutos del tiempo extra, con el Chelsea volcado en busca de un gol que forzase los penaltis, recuperó cuatro balones y dos de ellos fueron midiéndose con un Christian Pulisic que llevaba solo 27 minutos sobre el césped del Santiago Bernabéu.

Una superioridad que no se explica en que el resto del partido su desempeño fuera menor. Es más, fue el futbolista que más kilómetros recorrió (14). Él mismo lo explicó en sus redes sociales tras el partido: “Lo dejaré todo, hasta que no me den más las piernas”. 

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