Capacidad hospitalaria por COVID supera el 90 % en Tegucigalpa

Del triaje del bulevar Juan Pablo II, me remitieron al Seguro Social, la enfermera dijo que ocupaba ser hospitalizado, llegué a las 9:00 de la mañana, me atendieron de inmediato y me llevaron a la Sala de Emergencias, una enfermera me indicó que ahí debía esperar, pero lo que ella no me explicó, es que serían varias horas, contó Manuel Flores, un capitalino contagiado de COVID-19.

Eran las 3:00 de larde y yo seguía en la sala de emergencias, -recordó Flores-, no sabía lo que estaba pasando, ya que me sugirieron hospitalizarme porque estaba teniendo problemas para respirar, mi saturación de oxigeno era en ese entonces de 88, llegue a desesperarme porque nadie se acercaba para atenderme e informarme de la situación.

A mi esposa e hija las despacharon, entonces ellas informaron al resto de la familia que yo estaba internado, en eso una pariente que es médico y labora en el IHSS, llegó a eso de las 3:25 de la tarde y subió al piso 8 del hospital para buscarme y conocer sobre mi estado de salud, pero se encontró con la sorpresa que no había sido ingresado a la sala COVID.

En eso, don Manuel contó, que entró en un período de desesperación, porque seguía con dificultad para respirar; decidió buscar ayuda entre las personas que estaban ahí, pero nadie de ellas le daba una solución, fue hasta las 4:05 de la tarde que su pariente lo encontró y le aclaró lo que sucedía que en realidad “no había sido ingresado porque no había cupo en la sala COVID”.

Este momento de angustia por haberse contagiado del virus y sumado a ello, el colapso del sistema hospitalario, es el reflejo que muchos capitalinos podrían estar viviendo en este instante, justamente cuando la pandemia del COVID arrecia con mucha agresividad sobre Tegucigalpa.

En los meses iniciales de la pandemia, marzo, abril, mayo y junio, San Pedro Sula, fue  considerada epicentro de contagio, ya que los hospitales públicos y privados colapsaron en ese momento, eso no indica que el COVID no representa riesgo inminente para la población en esa ciudad.

Sin embargo, los expertos venían advirtiendo que si no se tomaban acciones precisas, el desborde del sistema hospitalario sería inevitable después del feriado de la Semana Santa, donde un poco más de 600 mil personas se movilizaron a los distintos destinos turismos del país.

El Sistema Nacional del Gestión de Riesgos, contabiliza 57 mil 850 contagios en este departamento, de los que unos 47 mil pertenecen a la capital, además, hay que sumar mil 465 decesos en FM; que según la Región Metropolitana, unos mil 200 corresponden al Distrito Central.

Esas desalentadoras cifras -dice el jefe de Región Sanitaria-, Harry Bock, seguirán en aumento porque la ciudadanía ha descuidado el compromiso por los protocolos de bioseguridad, pese a los constantes llamados que se han venido haciendo desde el sistema sanitario.

Los cuatro sanatorios tienen capacidad para hospitalizar en sus salas COVID a unas 500 personas, 200 en Instituto Hondureño de Seguridad Social, 120 en el Hospital Escuela, 100 en el Instituto Nacional Cardiopulmonar, y 80 en el Hospital General San Felipe; y las unidades de cuidados intensivos en estos sanatorios alcanzan para 52 pacientes.

En los sanatorios, un total de 451 personas están hospitalizadas en este momento, solo restan 49 cupos, lo que indica que la capacidad hospitalaria en el Distrito Central es de 90.2% y con sumas posibilidades de que colapse por la demanda de atención, según los expertos.

Respecto a las unidades de cuidados intensivos, están en su máxima capacidad, excepto el Seguro Social que tiene ocupadas 13 de sus 25 cupos totales, pero lo que concierne al Hospital San Felipe (5), El Tórax (6), y Hospital Escuela (16) se encuentran en un 100 % de su capacidad instalada, es decir que las salas UCI de la ciudad están en un 77 %.   

El doctor Bock, informó recientemente que las atenciones en los centros de triaje incrementaron en un 38% tras las vacaciones de Semana Santa, que la situación obedece a la indisciplina ciudadana mostrada en los últimos días, pese a que la pandemia sigue más activa que nunca.

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