EDITORIAL: “Daño ambiental en el lago de Yojoa también por depredación forestal”
Uno de los lugares turísticos más bonitos de Honduras, es el lago de Yojoa. Por décadas ha sido un lugar donde la población llega a disfrutar de los restaurantes de los alrededores u observar la maravilla natural de este importante ecosistema de nuestro país. Pero ahora se afronta a un daño ambiental por la actividad comercial de la zona, lo que ha provocado alarma en las autoridades locales.
Según expertos, los contaminantes encontrados en el lago de Yojoa son: El plomo, zinc, cadmio, cobre, heces humanas y de animales, residuos de productos químicos. Se ha denunciado que las licencias ambientales para ampliar las actividades en la zona se siguen dando sin restricción. Esto implica que no haya un control de lo que se realiza en los alrededores, dañando constantemente el lago.
El daño por este flagelo golpea directamente a un ecosistema compuesto por 407 especies de aves, 54 tipos de mamíferos, 31 especies de anfibios, 73 tipos de reptiles, 29 especies de peces y 802 clases de plantas, algunas de ellas son endémicas. Las actividades humanas responsables del daño son las mismas desde hace décadas, solo que ahora se han incrementado ante el caso omiso de las autoridades del Estado.
Pero también lo que está provocando este daño, no es solamente la actividad comercial cercana, sino que la deforestación desmedida hace su efecto. Es de todos conocido que, ante la tala indiscriminada del bosque, los ecosistemas como este lago, sufrirán las consecuencias, producto de que el sedimento que baja de las montañas; contamina el agua y acelera más la problemática. No solo la tilapia, La palma africana, el sorgo, la ganadería y la minería tienen un impacto en el embalse natural.
La mano del hombre sea cual sea el caso, está dañando un recurso natural muy importante de nuestro país. Un lugar donde especies de animales que viven en el interior del lago como en los alrededores, están sufriendo del control desmedido de los recursos por parte de la población. Es necesario políticas estrictas para tratar de preservar la naturaleza, un tema que ocupa los últimos lugares en la agenda política hondureña.