EDITORIAL: El bombardeo de las cadenas nacionales
Honduras se encentra en una alerta sanitaria que requiere de la atención por parte de las autoridades gubernamentales, ya sea para ayudar a la población en la lucha en contra del COVID-19, o para informar sobre lo que pasa con respecto a la enfermedad que agobia a la ciudadanía.
Es preciso informar sobre los nuevos casos, decesos, muertes. Esto es importante que la población lo sepa, pero no es algo que sea obligatorio. Las personas sabrán como informarse sobre la situación en la que estamos pasando a través de sus fuentes noticiosas.
Actualmente, estamos viendo una excesiva trasmisión de cadenas nacionales, en el cual, el Gobierno pretende que las personas vean lo que las autoridades están “realizando” con respecto a cómo manejar la situación sanitaria. Esto no es más que una estrategia política para levantar la imagen del presidente.
Vivimos en una sociedad que es de fácil manipulación, y esto, claro está, es usado por las personas que rigen el poder, queriendo levantar la dañada imagen del Ejecutivo, el cual, en los últimos días, se ha visto envuelto en situaciones vinculadas con señalamientos en el crimen organizado.
En estas cadenas nacionales, se dan a conocer de situaciones que a la ciudadanía no le importa mucho. El pueblo hondureño lo que quiere escuchar son soluciones concretas para ayudar a encarar la situación por la que estamos pasando. Lo que queremos escuchar es como la gente se va a abastecer de comida o medicamentos.
El gobierno lo que debe hacer, es simplemente emitir los comunicados de los casos de la enfermedad a través de las redes sociales, y los noticieros se encargaran de difundirlo. Por lo visto todo en Honduras está manchado de un tinte político, el cual se aprovechan de las situaciones de emergencia para robar y levantar popularidad.