EDITORIAL: “El cáncer llamado ZEDE”
Honduras ha sufrido durante décadas la falta de inversión, y es por eso que en la actualidad tenemos una gran cantidad de desocupados, es decir, personas que no encuentran trabajo, ya que el Gobierno nunca solucionó el problema del desempleo, que una vez más, queda como promesa de campaña política.
La idea de dar trabajo a la ciudadanía, la hemos escuchado cuando los políticos quieren el voto de la población, pero ahora, están prometiendo empleos una vez más mediante un procedimiento dudoso, oscuro y corrupto como son las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE), que bajo el engaño de dar trabajo, pretenden hacer campaña de algo bueno.
Las ZEDE, no serán más que un refugio para narcotraficantes y corruptos, ya que internamente tendrán sus propias leyes judiciales, es decir, un país dentro de otro. Esto quiere decir que Honduras se está fragmentando en pequeños pedazos, que después serán más grandes, como un cáncer que hace metástasis, comiéndose el territorio que es de todos nosotros los hondureños.
Casualmente, la mayoría de estas “ciudades modelo”, se instalarán en zonas donde el narcotráfico es de vital importancia, es decir, en toda la costa norte, siendo Gracias a Dios, el departamento donde más circula este estupefaciente, pues es ahí donde las toneladas de droga siguen ingresando.
Si las actuales autoridades quisieran dar empleo, lo deberían hacer de la manera normal que se conoce, incentivando a la MIPYME o creando fuentes de empleo en turismo. Ya queda poco tiempo para que el período presidencial finalice, y las ZEDE se construyen a la velocidad de un rayo, algo que no se hace para otras cosas de vital importancia, como la construcción de hospitales.
Las pretensiones corruptas de las ZEDE están tan claras. No hay nada que los delincuentes de cuello blanco puedan ocultar. El pueblo no es idiota, y sabe que estas personalidades del ámbito político, quieren beneficiarse aún más, pero esta vez, vendiendo la soberanía nacional. El cáncer de las ZEDES comienza a expandirse, llevado al país a ser un paraíso, pero para la gente que le gusta la picardía y la corrupción.