EDITORIAL: “El dictador Millenial”

Los países de América Latina, se han caracterizado por décadas, como las naciones donde existen convulsiones políticas, es decir, se crean problemáticas sociales, ya que los mandatarios pretender perpetuarse en el poder, provocando sangre y destrucción para los países que las sufren, por decisiones que se saltan la ley. Honduras no es la excepción, ya que, a lo largo de la historia, la política desmedida, ha arruinado la democracia que debe prevalecer.

En los últimos días, ha surgido un nuevo conflicto político en Latinoamérica, precisamente en el hermano país de El Salvador, donde su presidente, el joven millenial Nayib Bukele, ha “sacado las uñas”, mostrando su cara más dura para la toma de decisiones. Sus aliados políticos en el Congreso Nacional, han votado para destituir a magistrados de la Corte Suprema de Justicia, a lo que muchos lo consideran como un atentado a la democracia.

El presidente salvadoreño defendió la votación de los diputados, apuntando al artículo 186 de la Constitución salvadoreña que contempla que la Asamblea Legislativa puede destituir a los magistrados “por causas específicas, previamente establecidas por la ley” si la iniciativa cuenta con el apoyo de dos tercios de los diputados. Quizá esto puede ser visto como un golpe entre poderes, pero si lo establece la constitución, no hay porque catalogar la actitud política.

Ciertos sectores ven esta acción como una actitud dictatorial, viniendo de un joven mandatario, quien ha dicho a la comunidad internacional: “Estamos limpiando nuestra casa… y eso no es de su incumbencia”. Tanto está limpiando, que hasta se ha reformado una ley, que dicta que los periódicos nacionales, ahora pagarán impuestos por importación de material, algo que estaban exentos desde hace 70 años y que por haber criticado al Gobierno, ahora pagan las consecuencias.

Bukele se ha convertido en el mandatario con más carácter que ha tenido en los últimos tiempos El Salvador, controlando lo mejor que puede la pandemia, consiguiendo cifras de aprobación en procesos de vacunación. Proviene del partido derechista Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA). Sus ideas autoritarias de gobierno pueden ser muy fuertes, que parecieran a una dictadura, pero de derecha. Es por eso que se le puede adoptar del sobrenombre de un DICTADOR MILLENIAL.

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