EDITORIAL: “El lenguaje periodístico”
El periodista o comunicador social, son personas muy influyentes ante la sociedad. Son figuras públicas, es decir, un presentador de noticias debe hablar con un lenguaje muy técnico, pero sobre todo expresarse con palabras adecuadas que no provoquen en las audiencias incomodidades. Tiene que saber que en el auditorio hay niños que aprenderán de lo que ven y escuchan en la televisión.
Esta afirmación, lógicamente se enseña en la academia de periodismo. Muchas personas que cursas las clases de oratoria y redacción, deben saber que hay que mejorar su léxico. Si un estudiante de periodismo no puede hablar correctamente, tiene que practicar, porque la manera en cómo se presenta y habla en un medio, dice mucho de la persona y del periodista.
En Honduras, ahora es normal encontrar canales de televisión donde los periodistas se expresan de forma incorrecta, o como se dice popularmente, de manera “populacha”. Esto muchas veces es para llamar la atención de las audiencias, y así generar mayores ingresos o vender, pues a nuestro pueblo le gusta escuchar expresiones que provocan risas o prefieren escuchar las noticias de una manera muy escueta o más simpáticas.
Pero hay otros profesionales de la comunicación, que se les va la mano, y de manera imprudente y poco profesional, pronuncian un vocabulario soez, o en muchos casos, incitando a la violencia. Esto puede ser producto de la prepotencia de la persona que está presentando determinado programa y no le importa, o no sabe, que lo que está diciendo llega rápidamente a oídos del televidente. Esto lógicamente se ve muy mal.
La ética en el periodismo es algo que se debe inculcar muy bien, desde la cátedra en las facultades de la carrera. El periodismo es un poder muy fuerte. Es por eso que es denominado como el “Cuarto Poder”, porque es capaz de influenciar en las personas. La profesión de la comunicación, también es un medio donde se puede aprender, o sea es educativo. Es vital cuidar la manera en cómo hablar, es una columna vertebral de esta noble profesión.
