EDITORIAL: El pobre IHSS

La corrupción que ha persistido en nuestro país durante décadas, ha afectado enarmóneme las finanzas del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), sufriendo grandes saqueos de sus arcas, por personas deshonradas que miran en la institución una alcancía de donde satisfacerse económicamente, y que por supuesto, el más afectado es el pueblo.

Los robos descarados en la institución han sido millonarios, sin que hasta ahora, la mayoría de las personas que ejecutaron estos actos, no han sido castigadas por las autoridades, y siguen viviendo bajo el manto de la impunidad, algo habitual en nuestro país.

Pero además de todos estos problemas que agobian al IHSS, y que es conocido por todos, la infraestructura está en precarias condiciones. Producto de las primeras lluvias que han caído en Tegucigalpa, el agua se ha filtrado en las salas de atención a pacientes. Los actos de injusticia que se hacen, son evidentes.

Pero como si esto fuera poco, la actual crisis sanitaria que se viven en nuestro país, ha provocado que muchas empresas se vayan a la quiebra o cierren sus negocios de una manera temporal. Es por esto, que muchos negocios han dejado de aportar a la cuota que les corresponde. esto sería como para ponerle una lápida a la institución, que debería de darle una atención de calidad a todos los trabajadores.

De acuerdo a las autoridades, aproximadamente un 30 % de los ingresos se perderán. Antes de la pandemia, las aportaciones eran de alrededor de 830 mil afiliados del sector público y privado. Pero con el enorme problema en que nos encontramos, casi medio millón de personas se han quedado sin un puesto de trabajo, lo que impactará enormemente.

El pobre IHSS, que se supone deben servir para darle atención en salud al pueblo, le llueve sobre mojado. La pandemia del COVID-19, ha llegado en un mal momento, y no pudo ser la peor, en momentos en que se requiere que los hospitales tengan lo necesario para la atención y salvar vidas. Los responsables de estos actos de corrupción, talvez no tendrán una justicia terrenal, pero de la justicia divina, nadie se salva.

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