EDITORIAL: “El proyecto para vencer la delincuencia”
A partir de este 6 de noviembre, el gobierno de la República de Honduras implementará diversas estrategias en contra del flagelo de la extorsión que tanto ha estado afectando a la ciudadanía hondureña de diversos rubros; cómo en el comercio y transporte y que también ha cobrado la vida de muchos compatriotas que desean trabajar tranquilamente, pero se ven afectados por ese problema social.
Son casi 100 barrios y colonias del Distrito Central que serán intervenidas con toques de queda para hacerle un frente a la lucha contra la delincuencia. Pero debemos hacernos la pregunta ¿realmente esta será la mejor manera de atacar esta problemática? ¿Será que en un periodo de un mes veremos resultados permanentes y que la delincuencia llegará a su fin? La respuesta parece ser negativa.
En realidad, para luchar contra de la delincuencia en un determinado país, hace falta más por hacer, es decir, el problema es mucho más profundo. Debemos preguntarnos qué es lo que ha dañado a la sociedad para que existan estos grupos delictivos. La desintegración familiar y la falta de oportunidades y la no implantación de valores morales, es la consecuencia que una sociedad se desequilibre.
Para que en Honduras realmente no tengamos delincuencia, merece un trabajo a largo plazo, enfocado en proteger los DDHH de la población. Cuando nos referimos a esto, quiere decir que se le debe brindar al ciudadano, todas las necesidades básicas; como ser educación, trabajo; este último el más importante, porque una persona al no tener un sustento económico, busca por otras vías sobrevivir.
Vencer la delincuencia es crear una nueva generación de ciudadanos, que sean bien educados y que tengan oportunidades de empleo. Al parecer, nadie en el gobierno ha dicho o planteado tal estrategia que sin duda dará resultados a largo plazo. Eso es lo que han hecho los países civilizados, las naciones del primer mundo, muchas de ellas son países prósperos con bajos índices delictivos. A pensar entonces más en grande, pensar en un proyecto a futuro para que los hondureños vivamos en paz.