EDITORIAL: “El respeto de Mike Pence a la ley”
Si nos referimos a un país que es ejemplo de democracia, es decir, una nación donde se respetan a cabalidad las leyes, quiere decir que estamos hablando de los Estados Unidos de Norteamérica, teniendo un sistema de gobierno en el cual los presidentes respetan el periodo presidencial. Si alguien transgrede la ley, simple y sencillamente va preso.
El expresidente de EEUU y ahora el futuro candidato a la presidencia, Donald Trump, se refirió en un discurso a lo acontecido a finales del 2020, donde grupos afines al exmandatario, ingresaron a la fuerza al Capitolio, tratando de impedir que el Congreso ratificara el triunfo de Joe Biden, en las elecciones realizadas en ese año.
Trump expresó que el ex vicepresidente y también republicano, Mike Pence, tenía el poder para anular el proceso electoral estadounidense, a lo que Pence respondió que él es un respetuoso de las leyes y que la Constitución prohíbe tal acción, indicando que ningún mandatario bajo ninguna circunstancia, debe transgredir la ley.
Esto fue una bofetada para Trump, ya que su amigo de formula no siguiera su pensar y pusiera la Constitución por delante de toda pretensión de continuismo, en una nación altamente democrática. Eso es precisamente lo que deben tener en la mente todos los mandatarios del mundo, y en especial los de América Latina, ya que muchos de ellos no le importan las prohibiciones.
Cuanto desearíamos que en Honduras hubieran muchos que pensaran como Pence, y que nunca sobresalgan los intereses particulares, tal y como sucede con las “Repúblicas Bananeras”, así como lo describió el expresidente George Busch, refiriéndose a los países latinoamericanos, que no respetan la Carta Magna, o arman alborotos, como lo presenciado en el Congreso hondureño.
La salida a la crisis política, qué para variar vivimos una vez más en Honduras, es el apego a la Constitución y las leyes. Los políticos al tomar posesión de sus cargos, todos, absolutamente todos, juran que defenderán el Estado de Derecho, pero parece que todo eso se queda en el aire, y “no le paran bola”.