EDITORIAL: El sentimiento patrio
Comenzamos un nuevo mes, una temporada en donde nosotros los hondureños celebramos las fiestas patrias, rindiendo homenaje al país que nos vio nacer. Hace 199 años, nos independizamos de la colonización, para ser libres, y tratar de sacar adelante a nuestra Honduras.
Pero el sentimiento patrio verdadero que debemos tener no es simplemente desfilar y cantar el himno, como siempre se hace. Esto va mucho más allá de lo que pensamos. Desde niño nos inculcan este sentimiento, desarrollándolo en ser buenos ciudadanos, dedicados al trabajo arduo, que es la forma en que una nación sale adelante.
Teniendo los valores morales bien forjados, el respeto al prójimo, y el temor a Dios, es la base que nos conduce hacia buenos estadios de desarrollo. Esto se va heredando de generación en generación, para que nuestros hijos sigan los mismos pasos. Sin duda, este camino a seguir formará una patria grande. Pero hay malos hondureños. Por ejemplo, los políticos que nos gobiernan.
Ellos no tienen ningún sentimiento hacia el prójimo, ya que solo se aprovechan de ganarse un puesto en el poder gubernamental, y comenzar a robar, sin importarles que ese es un acto de desprecio hacia su terruño, y por ende, ante sus jefes, que somos cada uno de nosotros, los ciudadanos.
Cada año, vemos que los políticos salen desde temprano a cantar el Himno Nacional, izar la bandera, y expresar consignas de amor a su república. Pero todos esos actos son de pura hipocresía. ¿Como es posible que por un lado roban del erario, y por otro, exaltan a su región con los más grandiosos honores? Esas son cosas de una persona con pocos valores morales, y sin sentimiento patrio verdadero.
El cambio de está en la mentalidad de cada uno de los habitantes que viven en este estado. Si el patriotismo está presente en cada uno de nosotros, y en especial, en el empleado número uno de los ciudadanos, que es el presidente de la República, no se cometerían actos de barbarie y de lesa humanidad como el que estamos viviendo. El sentimiento patrio, es hacer las cosas bien por su tierra.