EDITORIAL: “Elecciones fenomenales, y el bipartidismo, ahora en el olvido”
Honduras vive momentos históricos en su vida política, después de un proceso electoral limpio, transparente, en donde la asistencia y el voto ciudadano se hizo prevalecer, y con esto, el pueblo hondureño ha cambiado el rumbo de la vida democrática en el país, dando el voto de castigo a dos partidos políticos que han hecho tanto daño.
El famoso bipartidismo, ha sido derrotado. Hablar de los que fueron las administraciones pasadas, que desde el inicio de una vida democrática hace más de 30 años, es referirnos a años de sufrimiento para el pueblo hondureño. Nepotismo, corrupción, exagerado gasto público, desatención en salud y educación, promesas incumplidas, entro otros; son los ingredientes que presidentes rojos y azules, nos han dejado como legado.
Muchos de los que gobernaron hoy en día andan libremente caminando. Se supone que al manejar erróneamente los fondos públicos, deberían estar cumpliendo condenas en las cárceles nacionales, pero al tener un sistema judicial raquítico, la impunidad prevalece para aquellos que han dilapidado el erario público, y como siempre, el “pobre pueblo pobre”, es el afectado. Ahora solo falta mirar adelante.
Honduras ha elegido a un nuevo Gobierno, comandada por una mujer. Los retos no son fáciles, teniendo que revertir casi cuatro décadas de displicencia en la forma de gobernar. La esperanza de un pueblo está puesta en un partido que surgió después de una crisis política, un conflicto más, que gracias a Dios hoy en día, parece que hay una luz al final del túnel.
A partir del 28 de noviembre de 2021, se escribe una nueva página en la historia de la política hondureña. Ahora ya no podemos hablar de un bipartidismo, podemos decir que tenemos un tripartidismo, pero, con los últimos resultados electorales, parece que todo tomará un gran giro, hablando de un monopartidismo, ya que Libre, se ha convertido en una fuerza política contundente. El Partido Liberal y Nacional, ahora están en el olvido. Tendrán que trabajar mucho, si quieren volver a gobernar.