EDITORIAL: Justicia por sus propias manos
La delincuencia sigue imparable en el país, y el delito de la extorsión siguen golpeando a transportistas, ya que este jueves pasado, un sicario mató a un conductor de una unidad de la ruta urbana de la colonia Arturo Quezada de Tegucigalpa, lo que provoca más temor a estos trabajadores del servicio público.
La escena se volvió más dantesca, ya que el sicario fue capturado por un grupo de vecinos del sector de la mencionada colonia, donde procedieron a lincharlo, y más aún, le prendieron fuego estando vivo, haciendo “justicia por sus propias manos”, ya que las autoridades no dan respuesta y tardan en aplicar la ley contra estas personas.
En este hecho delincuencial, solo se demuestra una vez más el cansancio que vive la población ante la ola delictiva en el país, sumado a los innumerables problemas que está pasando la sociedad, ya sea el poco acceso al agua, hasta la extorsión, que enlutan a las familias hondureñas.
¿Hasta cuándo tendremos que esperar para que realmente haya mano dura contra estos criminales? ¿Dónde está todo el presupuesto que se ha destinado para la famosa “tasa de seguridad”, la cual está encaminada a utilizarse para la lucha frontal en contra de la delincuencia?
El pueblo hondureño solo quiere una cosa, que haya una mejor calidad de vida para el beneficio de todo un pueblo; eso implica, mejores escuelas, más hospitales, y sobre todo, ¡UNA MEJOR SEGURIDAD!