EDITORIAL: “La factura”

Desde el inicio de la vida democrática en Honduras, es decir, cuando se redactó una nueva Constitución en 1982, el Partido Nacional y Liberal han estado gobernando el país sin que se tenga registro de un crecimiento económico rotundo, o para que en la actualidad, hablemos de que vivimos en un Estado desarrollado a plenitud. La corrupción ha sido el negocio del bipartidismo.

Para que se tenga una definición de que un Gobierno ha sido mejor que otro, debemos ver en el horizonte si tenemos legados que nos han dejado ambas instituciones políticas. En el presente, no hay nada de ese legado, más bien, vivimos sumidos en la miseria, corrupción y un flagelo que ha estado creciendo como la espuma; el narcotráfico, del cual Honduras prácticamente se ha convertido en una nación productora del estupefaciente.

Pero a cada “marrano” le llega su noche buena, es decir, en las pasadas elecciones, se pudo ver el castigo que el pueblo le dio al bipartidismo. La mejor manifestación popular se hizo sentir el pasado 28 de noviembre. Pero analizando que es lo que produjo que el pueblo se desencantara por ambos partidos, la respuesta está al alcance.

El Partido Liberal, la gran institución política del cual han salido los demás partidos, comenzó su caída libre, desde que el comandante vaquero, Manuel Zelaya Rosales, comenzó con su idea continuista con la Cuarta Urna, a lo que muchos no querían. Fue así que le atestaron el golpe de Estado, creando posteriormente una división en la sociedad y del mismo partido rojo y blanco.

En cuanto al Partido Nacional, su corrosión, resquebrajamiento y pudrición, se ha venido gestando desde que asumió a la presidencia Juan Orlando Hernández, implementando una autocracia u otros lo llaman dictadura, desbaratando las leyes de la Carta Magna, y aprovechándose de la crisis en salud, robando y robando más hasta desplumar al pobre pueblo pobre. Es por eso que ahora este partido genera un rechazo abrumador por toda ciudadanía, o parte de ella.

Ambos partidos políticos les ha pasado FACTURA todos los errores u horrores cometidos en el pasado y ahora hay que PAGAR. Se han autodestruido y han perdido su poder para ostentar la titularidad del Poder Ejecutivo. Muchos son de la opinión que ambos partidos están destruidos, pero deben saber que queda un poquito de ellos, unas migajas que en el Congreso Nacional, que podrán hacer y deshacer.

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