EDITORIAL: “La oposición está dentro de las filas de Libre”
Desde que el nuevo gobierno comenzó este 2022, los hondureños estábamos a la expectativa de lo que iba a ser un mandato manejado por una mujer, ya que Xiomara Castro se convirtió en la primera fémina en ser presidente en la historia Constitucional de Honduras desde la redacción de una nueva Constitución en 1982. Este era un hecho sin precedentes, donde los hondureños ponían todo su apoyo al nuevo gobierno.
Pero en los primeros días de mandato, se vio deambular por los pasillos de la casa presidencial al comandante vaquero Manuel Zelaya Rosales. Muchos decían que simplemente iba a visitar a su esposa, si, a dejarle comidita. Pero lentamente, Mel se fue introduciendo cada vez más en las labores presidenciales que le tocaba ejercer a su esposa, y fue usurpando el cargo de la presidencia.
Ahora, a Mel se le ve en reuniones con la cúpula empresarial, tomando decisiones que le competen a su cónyuge. Lo más impresionante de ver, es que ha estado comandando por sobre integrantes de otros poderes del Estado, como lo es el presidente ilegal del Congreso Nacional, Luis Redondo. Manuel Zelaya Rosales no tienen ninguna autoridad dentro del Poder Ejecutivo y no tiene por qué estar tomando decisiones que no le corresponden.
Asimismo, usurpa las funciones que le corresponden a SINAGER, al dirigir una reunión para hablar de los desastres naturales que han afectado a nuestro país. En ese mismo acto, le dijo a su amigo, el alcalde del MDC, Jorge Aldana, que buscara la ayuda de su contrincante político, Nasry Asfura, para solventar los innumerables problemas que enfrenta el Distrito Central. Una clara burla a su mandato. Todas estas situaciones, en las que Mel se ve como jefe, son reprochadas por la ciudadanía y por parte de integrantes de la sociedad civil.
Las acciones del expresidente, provocan un descontento popular y le hacen daño al gobierno que supuestamente debería manejar la señora presidente Castro. Las acciones del exmandatario no son las adecuadas, si recordamos también como trató a los grupos étnicos, llamándolos prácticamente como tontos y estúpidos.
Es claro que todas las decisiones de este gobierno las está haciendo el señor Zelaya, pero que muchas de esas acciones conducen al abismo, pues muchos hondureños han afirmado que se arrepienten de haber votado por Libre, y es más, la cuestión del nepotismo, que también es corrupción, es algo que la ciudadanía no desearía ver, sin contar con el incremento de presupuesto para planillas de dependencias estatales para pagar sueldos a burócratas.
Así que, el señor Manuel Zelaya Rosales, ha sido un mal muy malo que le ha pasado a Honduras. Si recordamos la división que se empezó a gestar desde el 2009 con su proyecto de la Cuarta Urna y que generó lo que todos conocemos. Pues hoy en día, sigue generando división y controversia que no le viene nada bien a nuestro país, con la cantidad de problemas que ya enfrentamos. Por estas razones que Mel Zelaya se ha convertido en un oposición y una destrucción de Honduras.