EDITORIAL: “Las cárceles en Honduras”
Desde hace muchos años, el problema en el hacinamiento en las cárceles de Honduras ha provocado diversos conflictos, como los amotinamientos que dejan decenas de muertos. Honduras es un país altamente delictivo y es por eso que la población carcelaria es supernumerario y no hay lugar para acomodar a tanto recluso.
Sumado a ese problema, es conocido que las prisiones es un lugar donde el negocio sucio surge mucho; como por ejemplo el cobro por el ingreso de armas, drogas, celulares, televisores, salidas no autorizadas y cualquier otra cosa que pueda generar dinero, tanto a directores como a los custodios. El problema de la corrupción en centros penales, es el punto central que hay que combatir.
Las actuales autoridades, han comenzado diversos operativos para incautar armas y drogas. Pero la solución no debe llegar hasta ahí. La depuración en los centros penales, es algo urgente por hacer. Se debe impedir a toda costa que el custodio penitenciario no se deje llevar por el soborno. Desde la academia que entrena a los guardias, se les debe dotar de todo tipo de estudios, y sobre todo, un alto valor moral.
En las cárceles de Honduras hay mucho trabajo por hacer, desde pensar en cómo mantener ocupados a los reos que habitan, ensenándoles una actividad laboral dentro del penal, hasta educarlos. Aquellos privados de libertad que no hayan completado sus estudios básicos, se les debe brindar una oportunidad académica que los haga sentirse orgullosos. Un verdadero trabajo y voluntad política, es lo que se requiere.