EDITORIAL: “Ley de amnistía, sinónimo de impunidad”

Mucha controversia se ha generado en torno a la conformación del Poder Legislativo en Honduras, comenzando por la lucha de quién iba a ser el presidente de este importante poder del Estado. Al final de cuentas, se conformó una junta directiva que para muchos es ilegal, y para otros, es la legítima. Con todo este problema, el nuevo Hemiciclo Legislativo ha comenzado a legislar, y lo primero que aprobaron, fue la tan discutida Ley de Amnistía.

Esta Ley busca que las personas consideradas hoy en día como “presos políticos” puedan salir en libertad. Personas que se supone han sido perseguidas desde el golpe de Estado dado a Manuel Zelaya en el 2009. Lo discutido de esta ley, es que personas ligadas a actos de corrupción, estén siendo favorecidas para salir en libertad. A todas luces, la amnistía no es para “presos políticos”, sino, para que la impunidad prevalezca una vez más en el país.

El dictamen de esta controversial normativa, presenta un sin número de delitos en contra de la administración pública, que van desde narcotráfico, hasta la sustracción de bienes públicos, lo cual no concuerda con los delitos de una persona perseguida simplemente con emitir sus comentarios en contra del gobierno, definición tal de lo que es un “preso político”. Si en Honduras existiera una detención real por simples pensamientos, hace mucho hubiéramos visto a Salvador Nasralla tras las rejas, por ejemplo.

Resulta increíble ver la actitud de parte de diputados del partido Libertad y Refinación (Libre), que no hagan nada en querer derogar esta controversial ley. Solo la bancada nacionalista, se ha pronunciado, diciendo que urge que se derogue esta lesiva ley que favorece más a la corrupción. Suena sospechoso también, que a las puertas de llegar una comisión internacional contra la corrupción y la impunidad, muchos exfuncionarios quieran blindarse.

No podemos seguir con los mismos vicios del pasado, donde siempre se ha emitido este tipo de leyes que sirven como un escudo para aquellos que con saco y corbata, roban de lo ajeno. Se supone que en este nuevo gobierno, las acciones que harán serán en beneficio del pueblo, pero al parecer, urge más, que los mismos diputados, o aquellos que robaron en gobiernos anteriores, salgan en total libertad. El pueblo hondureño debe seguir esperando para que sus problemas se resuelvan, ya que tenemos una clase política, que no sabe cuál es la prioridad.

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