EDITORIAL: “Los 100 días del Gobierno de Xiomara”
Sin bien es cierto en 100 días no se puede hablar de cuanto ha logrado un avanzar un presidente en un determinado país, pero generalmente este periodo de tiempo es usado para saber que indicios o como se están ordenando las cosas para que en el futuro pueda eliminar los problemas sociales.
Es de saber que lo primero que urge atender en Honduras, es lo referente a salud, educación y traer inversión. No hay tiempo que perder, y esto es lo primero que se debe atender. Pero lastimosamente, las primeras acciones dentro de estos 100 días de gobierno, han sido medidas populistas, como la aprobación de la ley de Amnistía, que ha liberado a corruptos de la administración de Mel.
La derogación de las Zede es algo que se debía hacer, pero su eliminación puede traer consecuencias para Honduras. La derogación de la Ley de Empleo Por Hora, solo traerá más desempleo. Esta ley debió ser consensuada, arreglada, modificada, reformada, NO SANCIONADA. Se supone que una de las promesas de campaña era atraer inversión, pero más bien las fuentes de empleo, se están perdiendo.
La medida de que los que consumen menos de 150 Kw hora no paguen energía, no ayuda en nada, porque a la larga, es una cuestión que no incentiva a la inversión, y que al final, el pueblo siempre termina pagando. Nuestros gobernantes no entienden que para ayudar al pobre, es generándoles fuentes de trabajo, no regalando nada.
Mientras tanto, el gremio médico pide que se les pague cinco meses de salarios atrasados, las escuelas y hospitales siguen en ruinas y no hay medicinas, no hay incentivos para atraer la Inversión Extranjera Directa, la delincuencia sigue su rumbo, y los mismos problemas siguen agobiando. NO HAY INDICIOS para solventarlos.
Pero, hay que dejar el beneficio de la duda. Hay que esperar a que avancen más los días y los meses, para ver si de una vez por todas este gobierno finalmente arranque y sea consiente que hay gente muriéndose de hambre, ya que al pobre, no le interesan los conflictos internos a lo interior del Congreso Nacional. El pueblo sigue esperando, y esta, es una última oportunidad de confiar en un político que lo ha prometido todo, para sacar a Honduras de la ruina.