EDITORIAL: “¿Se acabará la corrupción en Honduras con la llegada de la CICIH?”

Los actos de corrupción que han ocurrido en Honduras a lo largo de los últimos años, han colmado la paciencia de la población. La ciudadanía desea que las personas que cometen estos actos, caigan un día ante la justicia y que puedan responder por haber robado del erario público. Y como en nuestro país tenemos una pobre investigación en cuestiones delictivas, hay que pedir ayuda a instancias internacionales.

Hace unos años llego a Honduras la famosa Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad (MACCIH), con el objetivo de revelar los distintos actos de corrupción y poder enjuiciar a los involucrados. Pero a medida que los informes se iban presentando por parte de la MACCIH, algunos grupos corruptos de poder se vieron amenazados en su integridad, y miraban al organismo anticorrupción como un peligro y terminaron con expulsarla del país.

Ahora se pretende que llegue otra misión, la llamada Comisión Internacional Contra la Impunidad y la Corrupción  en Honduras (CICIH), que acompañará en la investigación, pero las instituciones hondureñas, serán las encargadas de enjuiciar a los involucrados. La llegada de este ente anticorrupción, fue una promesa de campaña. Se dijo que llegaría lo más antes posible, pero a siete meses de gobierno, aún no ha llegado.

Pero la pregunta del millón es si esta instancia internacional vencerá la corrupción en Honduras. Hay que analizar la mentalidad del político hondureño, siempre buscando hacer cosas que transgreden las leyes, y esta Comisión, simplemente investigará la corrupción, pero no se involucrará en la ejecución de los cargos de los políticos; es decir, no combatirá ese ADN de la corrupción del político hondureño.

Es sensato pensar que la CICIH no estará mucho tiempo en Honduras y muy posiblemente, tendrá trabas en su trabajo cuando llegue a investigar a personas que están involucradas en la corrupción. Se dice que viene con los colmillos afilados, pero eso más bien puede ser un discurso más de engaño para calmar a la opinión pública. En Honduras todo puede pasar. La corrupción tiene tentáculos largos y poderosos, y es un monstruo de mil cabezas, que la MACCIH no podrá borrar para que no suceda nunca jamás.

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