Elecciones “extraordinarias” en Perú: 5 claves para entender las parlamentarias de este domingo
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Lo normal es que los peruanos elijan a sus 130 congresistas cada cinco años, al mismo tiempo que a un nuevo presidente.
Pero este domingo, mientras el actual mandatario, Martín Vizcarra, continua en el cargo, los peruanos votarán por un nuevo parlamento.
Además, las elecciones ocurren solo tres años y nueve meses después de haber elegido al Parlamento anterior (en abril de 2016), y apenas un año y tres meses antes de elegir al próximo, en abril de 2021.
Esta anomalía de plazos se debe a que en septiembre Vizcarra disolvió el congreso formado en 2016 y ahora los peruanos deben elegir a los reemplazos de los legisladores que se fueron a su casa.
Esta particularidad es una de las razones por las que las elecciones de este domingo son llamadas “extraordinarias”. Pero más allá de las fechas, el proceso encierra historias de largas luchas de poder y ahora deja varias preguntas abiertas.
1. Cómo llegó Perú a esta situación
El origen se remonta a 2016, cuando asumió el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski (PPK), apunta Milagros Campos, profesora de Derecho Constitucional de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).”Tuvimos un ejecutivo no solo sin mayoría en el Congreso, sino más bien con una mayoría absoluta en manos de otro partido, adverso al gobierno”, le dice Campos a BBC Mundo Campos en alusión a Fuerza Popular, el grupo opositor que obtuvo 73 de los 130 escaños.
Los constantes enfrentamientos entre PPK y el Parlamento acabaron con la renuncia del presidente en marzo de 2018, en medio de acusaciones de corrupción. Lo sucedió el entonces vicepresidente, Martín Vizcarra, quien heredó la rivalidad con el Legislativo.
El capítulo final y decisivo de esta relación llena de roces entre la presidencia y los parlamentarios tuvo que ver con el mecanismo de la “cuestión de confianza”, que el ejecutivo puede usar para proteger a algún gabinete de ministros o para impulsar algún proyecto político.
Si el Congreso le niega dos cuestiones de confianza a un gobierno, el presidente queda facultado para disolverlo. El Congreso ya le había negado una cuestión de confianza a PPK, en septiembre de 2017.
En septiembre pasado, Vizcarra planteó una cuestión de confianza para cambiar el proceso de elección de los magistrados del Tribunal Constitucional (TC).
Sin embargo, en una accidentada sesión, el Congreso procedió a elegir a un nuevo miembro del TC postergando el debate de la cuestión de confianza.
Aunque el Congreso la aprobó de palabra, Vizcarra entendió que la elección del magistrado implicaba una “denegación fáctica” de la confianza, así que con la segunda negación desde 2016, disolvió el Congreso.
El 85% de peruanos aprobó la disolución, según encuestas, y el TC falló en enero que la medida había sido constitucional.
2. Por qué vuelven a postular algunos congresistas (si la reelección está prohibida en Perú)
La reelección de congresistas quedó prohibida en Perú tras un referendo celebrado en 2018.
Pero 16 de los congresistas del parlamento disuelto se postularon este domingo debido a que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) de Perú resolvió que no estaban buscando una reelección propiamente dicha, si no completar su mandato iniciado en 2016.
3. Por qué el Congreso elegido durará tan poco
Una vez que el Ejecutivo disuelve el Congreso, el presidente debe convocar elecciones parlamentarias a celebrarse en un plazo de cuatro meses desde la disolución, según manda el artículo 134 de la Constitución peruana.
Esta norma dispone que los nuevos legisladores deben terminar el periodo del parlamento saliente.
El Congreso que disolvió Vizcarra terminaba su gestión en julio de 2021, por lo que el Legislativo elegido este domingo trabajará solo hasta esa fecha.
4. Por qué despertaron tan poco interés las elecciones
Un simulacro de votación organizado por la consultora Ipsos y el diario El Comercio muestra que el porcentaje de los votos blancos y viciados en las elecciones de este domingo podría sumar un 43,1 % a nivel nacional.
“Sería un congreso con crisis de representación porque cuatro de cada 10 peruanos no van a votar por nadie. Igual o más que el Congreso de 2016, que tuvo un 35% de votos inválidos o nulos”, dice el politólogo Carlos Meléndez, profesor de la Universidad Diego Portales de Chile, a BBC Mundo.
“El Congreso de 2016, el apoyo a la disolución del Congreso y la elección del Congreso este fin de semana con bajos niveles de preferencias forman parte de un mismo fenómeno de desafección política”, explica el analista.
Esta desafección se debe, entre otras cosas, a la red de sobornos que la constructora brasileña Odebrecht estableció en Perú, que desprestigió a los partidos implicados, opina Meléndez.
Otra razón es que los partidos no han estado preparados para esta campaña, que “les cayó de un momento a otro”, subraya el politólogo. Pero hay otro motivo más profundo.
“Vamos más de 100 días viviendo sin Congreso y nadie lo echa de menos. Los peruanos se dan cuenta de que el mundo sigue igual“, afirma Meléndez.
El analista recuerda además que no es la primera vez que eso ocurre, pues ya Alberto Fujimori disolvió el Congreso en 1992, aunque en un contexto muy distinto.
“Eso afecta claramente la cultura política de la ciudadanía y hace creer que es prescindible una institución que tiene que ver con el equilibrio de poderes y la rendición de cuentas”.
5. Qué desafíos tiene este Congreso
Varios candidatos y expertos señalan que el nuevo Congreso debe aprobar unos proyectos de reformas políticas que presentó Vizcarra en 2019 y que el anterior dejó pendientes.
Una de las propuestas se refiere a la inmunidad parlamentaria y busca que el órgano encargado de levantarla sea la Corte Suprema, en vez del mismo Congreso.
Otro proyecto busca prohibir que las personas sentenciadas en primera instancia por delitos dolosos postulen a cargos públicos.
“Otra tarea principal es revisar los decretos de urgencia que el ejecutivo dio mientras no había Congreso y completar la elección de los magistrados al TC”, dice Milagros Campos a BBC Mundo.
Sin embargo, la ciudadanía espera que este nuevo Congreso haga “muy poco”, dice Alfredo Torres, presidente de la consultora Ipsos Perú.
Según muestran las encuestas, ningún partido tendrá la mayoría absoluta que tuvo Fuerza Popular en 2016, por lo que el Congreso estará fragmentado en varias fuerzas pequeñas.
“En consecuencia, va a ser difícil que se pongan de acuerdo y aprueben leyes significativas”, le dice Torres a BBC Mundo.
En cambio, Heber Campos, profesor de la PUCP, cree que aunque no tomen medidas muy ambiciosas, hay cierto “consenso de la importancia de sacar adelante” algunas reformas políticas.
“La atomización de las bancadas las obligará a dialogar y alcanzar consensos mayores al Congreso anterior”, señala.
Al mismo tiempo, al no haber una fuerza dominante, “se espera que la nueva representación se aleje un poco de la actitud obstruccionista o de confrontación anterior y empiece a ser más constructiva”, agrega Heber Campos.
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