Francia comienza desconfinamiento progresivo

Francia comenzó este lunes el proceso de desescalada, muy progresivo, con un foco de atención particular en los transportes públicos y la nueva ley sobre la urgencia sanitaria todavía pendiente de entrar en vigor por cuestiones jurídicas.

Los transportes públicos, en especial en el área metropolitana de París, estuvieron bajo vigilancia desde primera hora de la mañana por ser uno de los principales lugares de contagio potencial, con brigadas de las propias compañías apoyadas por las fuerzas del orden.

En la Estación del Norte, la de más tráfico de la capital, decenas de empleados de la empresa del transporte metropolitano RATP, canalizaban la circulación de los viajeros -muchos menos de los que hay en tiempo normal- y a partir de las 7.00 de la mañana (5.00 GMT) repartieron mascarillas, inicialmente con un cierto desorden, ayudados por policías.

Las reglas de distanciamiento no se cumplían en muchos puntos de las estaciones, ni en el interior de algunos trenes de cercanías, como lo reconoció el ministro de Sanidad, Olivier Véran, en una entrevista al canal “BFMTV.

Desde este lunes es obligatorio en Francia llevar mascarilla en el transporte público y también en las estaciones, igual que es obligatorio en París tener un certificado de la empresa que justifique utilizarlo durante las horas punta, aunque las fuerzas del orden tienen la consigna de no imponer durante los primeros días las multas previstas, de 135 euros.

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