Griezmann y Benzema resucitan a Francia
Gracias a un doblete de Antoine Griezmann secundado por un brillante Karim Benzema, Francia logró este martes doblegar a Finlandia (2-0) y enderezar el rumbo hacia el Mundial de Catar 2022.
Cinco partidos llevaba la selección francesa empatando, con su debacle de la pasada Eurocopa incluida, hasta que saltó la chispa entre los delanteros afincados en Madrid y pusieron término a tan nefasta racha.
Era una noche ideal para Benzema, en su regreso a su tierra natal. Desde que partió al Real Madrid doce años atrás nunca había tenido la oportunidad de jugar en Lyon, ni con la selección ni con el Real Madrid y por supuesto tampoco en el flamante nuevo estadio de su antiguo equipo el Olympique Lyonnais. No marcó pero hizo las delicias de la afición lionesa.
Afrontaban los franceses el partido bajo mucha presión y con bajas sensibles como la de Mbappé o Coman. Una derrota contra Finlandia les hubiera puesto cuesta arriba la clasificación para el próximo mundial, sin olvidar el golpe al orgullo y a la credibilidad de una selección que no deja de ser la vigente campeona del mundo aunque menos de la mitad de los titulares de este martes tocaran el cielo en Rusia.
Una presión que sorprendía por el poco pedigrí de su rival. Finlandia aún saborea el haber pisado los octavos de final de la pasada Eurocopa, la única gran competición que ha disputado. Aunque había que tener en cuenta que es el único equipo que ha batido a Francia en sus últimos 22 partidos en su territorio, el pasado noviembre en un amistoso en Saint Denis (0-2).
Didider Deschamp apostó por un once inicial muy conservador, alineando cinco defensas: tres centrales (Zouma, Vararne y Kimpembe) escoltados por Dubois y Theo Hernández. Cemento armado para tratar de blindar la portería de Lloris y esperar que el tridente que forman Martial, Griezmann y Benzema haga honor con goles a su estatus estelar.
Ante semejante amenaza ofensiva el seleccionador finlandés, Markko Kanerva, también se mostró cauto y colocó el mismo número de defensas, pero de poco le sirvió. El andamio comenzó a desmoronarse mediada la primera parte cuando comenzó a activarse la conexión entre Benzema y Griezmann.
A los 22 minutos Hradecky detuvo un potente disparo del delantero del Real Madrid, pero nada pudo hacer poco después ante una nueva combinación de los mismos protagonistas, esta vez con Griezmann con una brillante ejecución.
El gol tranquilizó las urgencias del once francés porque veía que los finlandeses no daban para mucho. Lloris había tenido hasta entonces muy poco trabajo. Despejó un disparo flojo de Nissila y un balón alto de Vaisanen.
Poco antes del descanso, Benzema estuvo apunto de marcar al plantarse en la frontal del área pequeña tras una preciosa combinación de todo el frente atacante francés, pero O’shaughnessy in extremis bloqueó su disparo.
«Karim, Karim», no paraba de gritar el público después de haberle dedicado una estruendosa ovación en su presentación. Homenaje al que respondió con un partidazo, al que sólo le faltó un poco de puntería.
Tras el regreso de los vestuarios, Francia tomó de nuevo el mando. Rabiot envió un primer aviso con un disparo que obligó a tumbarse al portero del Bayer Leverkusen. Pero fue Griezmann de nuevo el que levantó de los asientos al público del estadio lionés con un nuevo golazo al internarse y cruzar un balón sobre la salida del guardameta finlandés.
La pareja Griezmann-Benzema encandilaba a la hinchada francesa. A los 60 minutos una doble pared entre os dos atacantes no acabó en el tercero de la noche porque a Griezmann se le fue el disparo ligeramente alto.
El delantero prologó con sus dos goles su idilio con Lyon, ciudad que conoce como la palma de su mano porque nació muy cerca, en Macón, a tan sólo tres cuartos de hora en coche. Cada vez que pisa tierras lionesas triunfa. Con la Real Sociedad dejó un espectacular gol de chilena en el estadio de Gerland, con el Atlético de Madrid un doblete para conquistar la Liga Europa y otro con su selección contra Irlanda para meterla en cuartos de la Eurocopa 2016.
Los finlandeses sólo dieron señales de vida en los minutos finales con una internada de Teemy Pukki que se plantó sólo ante Lloris. La intervención de Kimpenbe, que se tuvo que ir lesionado, obligó al árbitro a revisar el VAR por un posible penalti. Fue lo único que podría haber emborronado la velada a la hinchada local que despidió a Benzema con una gran ovación.