La renovación interna de Vox abre una crisis en los cargos locales

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MADRID
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La adaptación de las estructuras regionales, provinciales y locales de Vox a la nueva situación de esta formación política, tras el crecimiento experimentado en el último año, no está siendo fácil. Tras conseguir convertirse en la tercera fuerza política, con 52 diputados, Vox ha iniciado un proceso de renovación para la sustitución de los presidentes provinciales, dando más poder a los cargos que han obtenido «éxito electoral».

El objetivo es crear una nueva estructura más afín a la dirección nacional. Se trata de prescindir de algunos cargos, que llegaron a esta formación política en sus inicios, pero que, con la nueva situación, no son los más capacitados para dirigirla. «Hemos tenido un crecimiento tan brutal en un tiempo tan corto, que ha hecho que se haya sumado gente que, o no comparte, o no entiende, o no tiene capacidad política para llevar una organización», aseguran a ABC fuentes de la dirección nacional.

El inicio de esta proceso ha tensionado el partido en varias provincias, donde se están produciendo enfrentamientos entre los que se resisten a dejar el poder y los nuevos dirigentes, apoyados por la dirección, que ya toman posiciones de cara a las primarias del partido. Unas primarias que se celebrarán en toda España desde marzo hasta antes del verano.

Asamblea General

La fecha clave es la Asamblea General de Vox, que tendrá lugar, previsiblemente, el fin de semana del 22 y 23 de febrero. Una cita a la que el partido que preside Santiago Abascal espera llegar con la renovación interna ya preparada para ser ratificada en las primarias.

Desde la dirección nacional admiten que es una «pequeña crisis de crecimiento, que se está enfocando de cara a la asamblea. Entonces, la idea es resolver el enfoque del nuevo proyecto, que ya no somos un partido de voluntarios, de gente que ha dedicado su tiempo, sino de profesionales y gente que pueda dedicarle unos años de su vida». Estas fuentes señalan que hay gente, como el caso de Murcia, que «se ha dado cuenta de que no puede y otros que no lo han entendido y no han sabido integrarse».

Las tensiones son particularmente significativas en zonas donde Vox ha tenido mucho crecimiento, y se vienen produciendo desde que la dirección nacional comenzó a situar a sus peones en las gestoras que se están nombrando para dirigir provisionalmente las estructuras locales. La última ha afectado a la provincia de Cádiz, donde el pasado día 21 dimitió el comité ejecutivo provincial, que presidía el portuense Juan Carlos Sanz. La dirección dimitida acusa a la nacional de querer «desestabilizar» el partido y justificar así la llegada al poder provincial de Agustín Rosety, diputado nacional. ABC ha podido confirmar que este es el hombre llamado a hacerse con las riendas del partido, «porque es el que está cerca de la dirección nacional».

«El que no aguante tiene que irse»

Sin embargo, fuentes de Vox ponen el foco en un asunto muy sensible para esta formación política en la provincia , como es el de la soberanía de Gibraltar. «Hay gente que vive en Gibraltar y nuestra postura no puede estar lastrada por gente que sobre el tema adopta una postura de sí, pero, no. El que no aguante nuestra posición tiene que irse».

Otro caso que ha saltado esta semana ha sido el de la portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Elche, Amparo Cerdá. que ha dejado su acta de concejal. La justificación ha sido las discrepancias que mantiene con la gestora que dirige el partido a nivel provincial, ante «la imposición de la nueva organización». Además, denunció en un comunicado la «actitud permisiva y absolutamente garantista con aquellos que, en la persecución de sus objetivos particulares, atacan al partido y a sus cargos».

Fuentes cercanas a la exedil aseguran que la situación de esta formación política en Alicante es «un desastre y se tienen que espabilar». Cerdá mantiene por el momento su silencio, pero en los próximos días dará su versión de lo sucedido. Estas fuentes señalan que, «si los que piensan que renovar el partido es que cada uno se pelee, lo hacen bien. Pero solo están mirando por Madrid y lo demás les importa bien poco».

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