Li Qiang, número dos del PCCh, designado nuevo primer ministro de China
Nombrado número dos del Partido Comunista (PCCh) en el XX Congreso de la formación celebrado en octubre, Li Qiang, anteriormente responsable del mayor polo empresarial del país, Shanghái, fue hoy designado primer ministro de China.
Li tendrá la difícil misión de sentar las bases para la recuperación de la segunda economía del mundo tras el impacto de la política del cero COVID, que en los últimos años lastró con fuerza la actividad debido a las restricciones y los estrictos confinamientos impuestos.
Nacido en 1959 en la provincia oriental de Zhejiang, sustituirá en el cargo a Li Keqiang, que deja la cartera después de diez años en un marcado segundo plano frente al «todopoderoso» Xi Jinping, presidente del país y secretario general del PCCh, quien se rodeó de fieles en el XX congreso para controlar el régimen durante un tercer mandato de cinco años sin ninguna facción interna que pueda hacerle sombra o fiscalizar sus decisiones.
Así, Li tendrá que poner en la práctica políticas que cuadren con las proclamas ideológicas en las que incide ahora el Partido, como lograr la «prosperidad común» y un «desarrollo de alta calidad», o avanzar en la «autosuficiencia científica y tecnológica», esta última respuesta al veto de Washington a la fabricación de chips estadounidenses para empresas chinas.
Además de lidiar con el desacople con Estados Unidos, Li deberá también que hacer frente a un consumo estancado, la crisis inmobiliaria o el declive demográfico.
Al mismo tiempo, deberá hacer malabarismos para ofrecer señales que inviten a un entorno más favorable para la inversión extranjera en un intento de estimular la confianza de los mercados, apuntan los expertos, que destacan su pragmatismo y su conocimiento de la clase empresarial del país.
«Es un firme defensor de una mayor apertura del mercado a los inversores foráneos. En Shanghái, era conocido por sus esfuerzos por crear entornos más favorables para los negocios», comenta al diario South China Morning Post el analista Wang Feng del grupo Ye Lang Capital.
«Es probable que dé a las empresas, nacionales o extranjeras, una mayor libertad para realizar transacciones transfronterizas. Podría pedir también a los funcionarios gubernamentales que reduzcan todo tipo de trámites burocráticos», agrega.
Según fuentes anónimas citadas por el diario, los empresarios que han tratado con él alaban su «capacidad de motivar y de escuchar».
«Li sabe cómo motivar a los empresarios para que aumenten sus inversiones en producción y ventas. Y daba prioridad a las empresas no estatales en la búsqueda del crecimiento económico», comenta al periódico un empresario de la ciudad de Wenzhou, en la provincia oriental de Zhejiang, donde Li fue gobernador entre 2012 y 2016.