Muere en Honduras segundo paciente con sospecha de «hongo negro»
Las autoridades hondureñas confirmaron este viernes la muerte de una segunda persona sospechosa de haberse infectado de mucormicosis, popularmente conocida como «hongo negro».
El fallecimiento fue confirmado por la jefa del Laboratorio Nacional de Virología de Honduras, Mitzi Castro, quien dijo a periodistas que el paciente murió en un hospital de la ciudad de Choluteca, sur del país, fronteriza con Nicaragua.
«Cabe mencionar que los análisis preliminares de este segundo fallecido indican que padecía hongo negro; sin embargo, se tiene que confirmar si la muerte fue debido a esta causa», explicó la funcionaria.
El paciente, de 64 años, se recuperó de covid-19, señaló Castro, quien dijo que la patología no se puede tratar de manera ambulatoria.
Pidió a las personas que padecen diabetes o hipertensión, que busquen asistencia médica de inmediata si presentan alguna lesión en mandíbula, paladar u ojos.
Castro también instó a los médicos a tener «un seguimiento más detallado sobre todo con los pacientes que tuvieron la enfermedad, que consumieron esteroides y que presentan lesiones en mucosa».
Las autoridades sanitarias han instado a los pacientes recuperados de la covid-19, principalmente los tratados con esteroides de manera prolongada y con antecedentes patológicos, como diabetes no controlada y cáncer, a «evitar la exposición a hongos de la familia de los mucorales».
A inicios de julio, las autoridades hondureñas confirmaron la muerte de una mujer de 30 años sospechosa de haberse infectado de mucormicosis, un hongo invasivo que se esparce rápidamente.
Las autoridades sanitarias de Honduras confirmaron a inicios de junio pasado el primer caso de mucormicosis, una afección provocada por hongos filamentosos, también conocidos como mohos, microscópicos, invisibles para el ojo humano, en un hombre, de 58 años, recuperado de covid-19.
El hongo negro es una afección provocada por hongos filamentosos, también conocidos como mohos, microscópicos, invisibles para el ojo humano.
Estos hongos crecen en alimentos como carne, pan o verduras en proceso de descomposición y pueden ser contraídos en la ingesta de estos productos, por contacto directo con la piel -a través de una herida abierta-, o al respirarlos.