Neymar, una buena Copa América que acaba entre lágrimas

Neymar ha ejercido más que nunca de líder de la selección brasileña, pero se va sin premio y entre lágrimas después de perder este sábado la final de la Copa América de 2021 por 1-0 ante Argentina en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.

El delantero del París Saint-Germain recuperó el gran nivel de juego y desequilibrio que le llevaron temporadas atrás a codearse con los mejores futbolistas del mundo. Una buena actuación que, sin embargo, acaba sin título.

Neymar acaba la competición con cinco asistencias y dos goles que le dejan muy cerca del récord histórico de goles en partidos oficiales con el combinado verde-amarillo de Pelé. 77 marcó el triple campeón del mundo por los 68 de Neymar, aún con 29 años de edad.

Su trascendencia en el juego de la Canarinha es incontestable. Hoy por hoy, es indispensable en la pentacampeona del mundo. Este sábado lo intentó todo y de todos los colores.

Los argentinos le hicieron un marcaje férreo. Rodrigo de Paul le secó, pero nunca dejó de intentarlo. Con el pitido final, se derrumbó por completó. Se abrazó con el técnico Tite entre lágrimas y a los pocos minutos se fue a felicitar a un también emocionado Lionel Messi.

En la fase de grupos, Neymar lideró las goleadas a Venezuela (3-0) y Perú (4-0), con goles y asistencias. En el tercer partido, contra Colombia, le sirvió a Casemiro un córner de lujo para consumar la remontada (2-1) y en el único lunar de Brasil en la fase de grupos, el empate ante Ecuador (1-1), no jugó ni un solo minuto.

En cuartos y semifinales frente a Chile (1-0) y Perú (1-0), respectivamente, también fue decisivo con sendos pases de gol a Lucas Paquetá. Este sábado, ante su amigo y excompañero del Barcelona Messi, claudicó.

En su palmarés con la absoluta sigue figurando únicamente la Copa Confederaciones de 2013. También se colgó una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y otra de oro en los de Río de Janeiro 2016.

Neymar pudo levantar la Copa América que Brasil conquistó también en el Maracaná en 2019, en la final con Perú, pero se la perdió por lesión, tras romperse el ligamento del tobillo derecho a nueve días del debut en el torneo.

Ese 2019 fue su particular ‘annus horribilis’. Poco antes de esa lesión y en plena concentración con la selección, Neymar tuvo que hacer frente a una denuncia de una modelo que le acusó de violarla en un hotel de París. Meses después la querella fue archivada por la Justicia brasileña por falta de pruebas.

Este 2021 y también en vísperas de la Copa América, Neymar tampoco se escapó de los escándalos extradeportivos.

En mayo, Nike confirmó que rompió su contrato de patrocinio con la estrella de la Canarinha porque éste supuestamente no cooperó en una investigación interna a partir de la denuncia de una trabajadora de la multinacional estadounidense que le acusó de agresión sexual. Neymar negó la mayor.

«Pasé por mucha cosa estos dos años, que fueron bien difíciles y complicados», comentó entre lágrimas el camisa 10 tras la victoria por 4-0 ante Perú, por la fase de grupos.

Ahora el próximo desafío es el Mundial, la competición que realmente paraliza este país continental de 212 millones de habitantes.

El exatacante del Santos y Barcelona jugó el de Brasil 2014, el del fatídico 7-1 de Alemania en semifinales, que Neymar se perdió por el rodillazo del colombiano Zúñiga en la ronda anterior, y el de Rusia de 2018, donde cayeron ante Bélgica (1-2) en cuartos.

Para Catar 2022 tendrá casi 31 años. Brasil ya tiene muy encaminada la clasificación. Es líder indiscutible de las eliminatorias suramericanas con seis victorias en los partidos jugados hasta la fecha.

Quizá la sexta estrella estampada en la camiseta nacional sea el factor determinante para ganarse el cariño de una afición brasileña que aún le mira con escepticismo y que en los últimos años se ha desenchufado de su selección.

El exinternacional brasileño y comentarista de Globo Walter Casagrande resumía ese sentir en una columna publicada el viernes: «El mayor problema es que esta selección no tiene ninguna identificación con la afición brasileña, y Neymar se ha convertido en el jugador más desagradable, burlón e irrespetuoso del fútbol mundial desde hace algunos años». 

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