Nicaragua bloquea cuentas bancarias de sacerdote descendiente de Sandino
El sacerdote nicaragüense desnacionalizado Edwing Heriberto Román Calderón denunció este martes que las autoridades de su país ordenaron bloquear sus dos cuentas bancarias en Nicaragua.
«Este era mi ‘gran capital’ en Nicaragua que ha sido bloqueado. A Dios gracias, nunca me ha faltado la dignidad, el techo y el pan de cada día. ¡Ridículos!», escribió en sus redes sociales el sacerdote, sobrino del héroe nicaragüense Augusto C. Sandino, y fuerte crítico del Gobierno del presidente Daniel Ortega.
El sacerdote acompañó la publicación con imágenes donde aparecen una cuenta en dólares y la otra en córdobas, la moneda nacional de Nicaragua.
El saldo de su «gran capital», según la publicación, era de 100,82 dólares en una de las cuentas, y de 1.001,26 córdobas (unos 27,5 dólares) en la otra.
Román, de la parroquia San Miguel Arcángel de Masaya (Nicaragua) se encuentra radicado en Miami (EE.UU.), al igual que el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, después de acoger a personas perseguidas tras las protestas populares registradas en 2018 contra el Gobierno de Ortega.
Con su caso suman cinco los nicaragüenses desnacionalizados que han denunciado el bloqueo de sus cuentas en Nicaragua.
El primero fue el periodista exiliado Aníbal Toruño, director de Radio Darío, a quien le bloquearon sus 3 cuentas bancarias en el país centroamericano.
Los otros son los también comunicadores Wilfredo Miranda, colaborador del periódico español El País y reportero del portal nicaragüense Divergentes; Sofía Montenegro, integrante del Movimiento Autónomo de Mujeres de Nicaragua; y el director del portal nicaragüense Artículo 66, Álvaro Navarro.
Hasta ahora la banca privada de Nicaragua no ha emitido ningún comentario o pronunciamiento al respecto.
El sacerdote Román, al igual que los cuatro periodistas, forman parte de un grupo de 94 nicaragüenses críticos con el Gobierno de Ortega que fueron declarados recientemente «traidores a la patria», «prófugos de la Justicia» y privados de su nacionalidad, entre un total de 317 nicaragüenses.