Proliferan las controversias en normas para votar en EEUU
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Las normas abarcan diversos aspectos, tales como el plazo para registrarse, el salario de los supervisores electorales y otros detalles. Pero en resumen, el hecho es que a lo largo y ancho del país se están debatiendo numerosos cambios, ya sea para facilitar o para dificultar el sufragio.
Aquí un vistazo de las diversas propuestas en consideración:
DOCUMENTOS DE IDENTIDAD
Actualmente 34 estados exigen algún tipo de documento de identidad para votar; otros lo exigen solamente la primera vez que una persona acude a un centro de votación. En Carolina del Norte la ley relevante está suspendida en espera del desenlace de una demanda judicial.
Para quienes cuentan con una licencia de conducir, no hay tanto problema. Para los demás _particularmente los jóvenes, los ancianos, los discapacitados, los pobres y las minorías étnicas_ conseguir los documentos necesarios puede ser un dolor de cabeza. Para obtener un documento de identidad válido, se hace necesario conseguir una partida de nacimiento o una tarjeta de Seguridad Social, un proceso que puede tardar meses.
Las leyes que exigen documentos de identidad se han vuelto más estrictas desde el 2013, cuando la Corte Suprema derogó una parte esencial del Acta de Igualdad del Derecho a Votar de 1965. Nueve estados con historial de discriminar contra las minorías ya no tienen que entregar sus reformas al gobierno federal para su revisión. Todos esos nueve estados actualmente exigen la muestra de algún documento de identidad para votar.
FRAUDE
La justificación que ciertos estados esgrimen para imponer restricciones en los centros de votación es que de lo contrario abundaría el fraude electoral. El fraude electoral en Estados Unidos sí ocurre, pero rara vez.
Justin Levitt, a profesor de la Escuela de Derecho Loyola en Los Ángeles, ha estado tratando de identificar casos de fraude electoral que pudieran haberse evitado con leyes como las actuales. Afirma que ha detectado menos de 50 incidentes en las últimas dos décadas, cuando se han depositado más de 1.000 millones de votos solamente en comicios federales. El académico comenta que el fraude rara vez ocurre porque es poco probable que tenga mucho efecto.
“El fraude quizás sumará unos cuantos votos más así que, ¿para qué hacer tanto esfuerzo?” expresa Levitt.
La Fundación Heritage tiene una base de datos de casos de fraude electoral que datan de los años 1990. Si bien la lista no es integral, enumera menos de 1.000 casos en un lapso de más de dos décadas, e incluye casos de compra de votos, donde el culpable más bien es el candidato y no el electorado.
EXCONVICTOS
En diciembre, los votantes demócratas de Kentucky y Nueva Jersey tomaron medidas para ampliar el derecho a voto a quienes hayan estado en la cárcel, extendiendo una tendencia que se ha dado a nivel nacional.
En Nueva Jersey, 80.000 personas que estuvieron en la cárcel y que salieron bajo libertad condicional podrán votar a partir de marzo, gracias a una ley aprobada en diciembre.
En Kentucky, 140.000 personas que hayan cumplido sus condenas por delitos menores podrán votar gracias a una orden ejecutiva firmada en diciembre por el gobernador demócrata Andy Beshear.
La gente convicta de delitos es desproporcionadamente hombres de raza negra, un sector demográfico que se caracteriza por su escasa participación electoral. La agrupación Sentencing Project calcula que 1 de cada 13 adultos negros están incapacitados de votar por estar en la cárcel o por estar bajo libertad condicional o vigilada, o por haber sido convictos de un crimen que les excluye del sufragio.
Pero el derecho a votar para los excarcelados sigue siendo controversial en un estado importantísimo en las elecciones. En el 2018, los votantes de Florida aprobaron enmendar la constitución del estado para que 500.000 exconvictos puedan ejercer el derecho a voto. Sin embargo, los republicanos le anexaron a la ley un obstáculo: se les restablecerá el derecho sólo a quienes hayan pagado sus multas y gastos tribunalicios.
REGISTRO DE VOTANTES
Muchas de las controversias en torno al acceso a los centros de votación tratan del registro de votantes.
La mayoría de los estados permiten a los votantes registrarse por internet, incluso el mismo día de las elecciones. En California, los habitantes quedan registrados automáticamente cada vez que hacen un trámite en el departamento de transporte, a menos que deseen ser excluidos voluntariamente.
Pero esa tendencia, iniciada en el 2018, ha estado plagada de errores, como por ejemplo votantes registrados como miembros del partido contrario o ciudadanos extranjeros incluidos como votantes estadounidenses.
Por lo menos 16 estados cuentan con alguna versión del registro automático de votantes, en su mayoría asociados con el departamento de transporte. En otros, la depuración de las listas de votantes se ha vuelto un tema controversial.
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