Temor a que la tensión entre EE.UU. y China derive en un conflicto militar
La exdiplomática Susan Shirk, una de las más destacadas expertas en China de Estados Unidos, cree que Washington y Pekín están envueltos en una peligrosa guerra fría que aunque de momento está restringida al terreno empresarial y tecnológico podría derivar en un conflicto bélico.
«He visto cómo se producen accidentes que se convierten en guerras. Es una situación muy peligrosa. No voy a negar que no puedo dormir en estos momentos. Ahora estoy especialmente preocupada porque parece que los dos países, EE.UU. y China, han perdido la esperanza de que el otro modere sus políticas para llegar a acuerdos», declaró a EFE.
Shirk, actualmente presidenta del centro de pensamiento 21st Century China Center de la Universidad de California San Diego, fue la encargada en 1999 de negociar las compensaciones que Washington pagó a Pekín por el bombardeo estadounidense ese año de la embajada china en Belgrado.
La experta dice con rotundidad que EE.UU. y China están inmersos en una guerra fría en la que los conflictos se están librando en el terreno corporativo (Google, Huawei) y tecnológico.
La también vicesecretaria de Estado en funciones para Asuntos de la Región Asia Pacífico durante el segundo mandato de Bill Clinton (1997-2001) acaba de ganar el premio Lionel Gelber de la Universidad de Toronto (Canadá) con su libro «Overreach: How China Derailed Its Peaceful Rise».
Shirk argumenta que a principios del siglo XXI China se transformó en una potencia agresiva internacionalmente y un estado incluso más represivo a nivel nacional debido a presiones de política interna, no a factores externos.
Hasta entonces, China se desarrollaba de forma pacífica como una superpotencia. «Todo empezó bajo esa oligarquía colectiva de Hu Jintao (el anterior presidente chino) y no ahora con Xi Jinping. Fue porque diversos grupos de interés agrandaron la amenaza extranjera y nacional para ganar importancia», explicó.
La académica criticó que la respuesta de Estados Unidos, tanto bajo la presidencia de Donald Trump (2017-2021) como la de Joe Biden, ha sido una «reacción exagerada» a la amenaza china.
Shirk también se mostró favorable a la propuesta lanzada la semana pasada por el responsable de la Política Exterior europea, Josep Borrell, para que los países europeos envíen navíos de guerra a patrullar el estrecho de Taiwán y disuadir a China.
«No es sólo un problema estadounidense. Estoy a favor de fortalecer la disuasión militar, pero también creo que no debemos pensar que estamos destinados a un conflicto militar con China sin hacer antes un esfuerzo diplomático», explicó.
Para Shirk, «el régimen chino no es completamente estable» debido a la concentración de poder en Xi, lo que está creando descontento entre otros destacados políticos del Partido Comunista de China. Y la creciente clase media china tampoco está satisfecha con las limitaciones que el régimen impone.